viernes, 17 de junio de 2016

Ex presidentes constitucionales que residieron en Chacao.

Los expresidentes Rómulo Gallegos, el más relevante de los escritores venezolanos además del maestro de la llamada Generación del 28, fundador de Acción Democrática, primer presidente electo por vía del voto directo, universal y secreto en la historia de nuestro país, incluida la participación del voto femenino: el Isaías Medina Angarita, primer egresado de la Escuela Militar de Venezuela que alcanza el grado de general de la brigada, presidente constitucional de la República entre 1941 y 1945 (cuando fue derrocado el 18 de octubre por un golpe cívico-militar), querido, bondadoso, bonachón, recordado como gran demócrata, cárceles libres de presos políticos, y a quien le tocó gestionar la difícil situación en que la II Guerra Mundial colocó a Venezuela además de haber promulgado leyes tan importantes como la Petrolera y del Impuesto sobre la Renta, creador del servicio de identificación nacional entre otras realizaciones perdurables como la reurbanización El Silencio, fueron vecinos de Chacao, en donde ambos fallecieron por causas naturales, con años de diferencia.
Don Rómulo Gallegos (Caracas, 2/8/1884) vivió en Los Palos Grandes (antes de formar parte del municipio Chacao), a donde el 24 de noviembre de 1948, fueron a buscarlo para apresarlo y sacarlo del gobierno como de su país, porque una camarilla militar inconforme resolvió removerlo de la jefatura del Estado que 10 meses había asumido luego de la impecable jornada electoral, hermosa y libérrima, que le otorga más de un millón de votos. Al regresar del exilio en 1958, trae con él los restos embalsamados de su esposa Teotiste Arocha Egui, y se instala con sus hijos en una quinta situada en la avenida Luis Roche, de Altamira (Municipio Chacao), donde falleció en 1969. Frente a esa casa, en su lugar edificada la sede del Centro de Estudios Rómulo Gallegos (CELARG), residió su hermano Pedro Gallegos.
Isaias Medina Angarita (San Cristóbal, 6/7/1897/Caracas 15/9/1953), egresado de la Escuela Militar situada en La Planicie en 1914, luego de su derrocamiento en 1945, fue a vivir como exiliado en Nueva York, de donde regresó a Caracas en 1952 por razones de salud, previo consentimiento por parte del gobierno de Pérez Jiménez. Reside inicialmente en una quinta situada en calle La Línea con Las Acacias, en La Florida, de donde fue trasladado a otra que le fuera facilitada en el Caracas Country Club (Municipio Chacao), quinta La Guía. Allí fallece la mañana del 15 de septiembre de 1953. Es de donde sale el ataúd que espontáneamente se llevan en hombros sus amigos y el pueblo en una imponente marcha fúnebre a pie que llega al atardecer al Cementerio General del Sur, inaugurado por el presidente Antonio Guzmán Blanco. Su viuda había rechazado los honores que al ex presidente pretendieron tributarle los mismos que lo derrocaron y obligan a lo que un libro de memorias describe como dolorosa e inexcusable permanencia en el exterior mientras su país vivía una dictadura y tuvo lugar el magnicidio del comandante Carlos Delgado Chalbaud (noviembre de 1950).
Bueno que se sepa que el presidente Chávez dispuso al comienzo de su mandato el traslado al Panteón Nacional de los restos del general Isaías Medina Angarita. Las diligencias correspondientes quedaron a cargo del ministro de Relaciones Interiores Luis Miquelena, quien lo trató directamente con los hijos del ex presidente Medina (1941/1945), quienes resolvieron declinar y al mismo tiempo agradecer el gesto del comandante Chávez quien varias veces el público hizo referencias respetuosas al oficial y gobernante Medina Angarita.
Del deseo del gobierno de rendir el merecido homenaje del Panteón al general Medina estuvo al tanto también el vice ministro del Interior, Ignacio Arcaya. Bajo la administración de Caracas por el alcalde Aristóbulo Istúriz, por iniciativa de la Alcaldía, fue promovida bajo la batuta del doctor Octavio Sisco Riccardi, una plaza en homenaje a Isaías Medina Angarita para lo cual se seleccionó un triángulo que había en el cruce de las avenidas Victoria y Nueva Granada. La familia Medina Felizola donó una copia del bronce original de Pizzo que existe o existía en la tumba del general Medina que ha sido profanada en el Cementerio General del Sur. Tal réplica exacta especialmente encargada para la plaza, fue sustraído al poco tiempo y el ornato como tal venido a venos hasta que desapareció todo vestigio del gesto de la ciudad hacia un gran demócrata.
Como lo recordó Guillermo Morón en la presentación del libro "Medina: militar civilista gran demócrata" (Nora Bustamante, Caracas, 2007), al llegar a Miraflores, lo primero que hizo fue no vestir nunca más el uniforme militar y compartir de igual a igual con el mundo de los civiles entre quienes seleccionó lo más granado -entre ellos no pocos jóvenes profesionales- para tender cada una de las carteras ministeriales y los asuntos de la administración del Estado, del gobierno, de las regiones, de las instituciones públicas, sin jamás haberse sentido infalible. Estableció las relaciones diplomáticas con la URSS y legalizó el Partido Comunista de Venezuela (PCV). La candidatura de Medina compitió en la elección con la de Gustavo Machado, máximo líder del PCV.
Recordamos la intención del presidente Chávez para que sus seguidores sepan que por la obra y memoria del general Medina Angarita, su mentor tuvo respeto y quiso hacerle el más grande honor con el que la República puede agradecer a sus ciudadanos, servidores y enaltecidos representantes: darles reposo eterno en el Panteón Nacional.
Poco honor le hacen a aquel fallido propósito de los primeros años de gobierno del comandante Chávez quienes hoy se comportan indiferentes ante el hecho insólito representado por la violación de donde deberían reposar en paz y con merecido respeto los restos del general Medina Angarita, el mismo lugar en el que muchos años después de 1953 recibiría cristiana sepultura su viuda Irma Felizola, así como el de los demás difuntos igualmente violados, algo "Totalmente inadmisible! Una vergüenza nacional y mundial"- afirma Mary Her entre otros que declaran su indignación, la misma que causa haber destrozado la tumba del Maestro Don Rómulo Gallegos, también otro respetable ex presidente constitucional de Venezuela (1948).
En Altamira (Chacao), quinta Pacairigua, residió sus últimos años el ex presidente Rómulo Betacourt, quien se encontraba temporalmente en Nueva York cuando sufrió el accidente que le causa la muerte el 28 de septiembre de 1981. En la actualidad la casa funciona como un centro de estudios socialdemócratas y sede la biblioteca del político fundador de Acción Democrática, dos veces presidente de la República.
De la parte alta de la urbanización Las Palmas, el doctor Ramón J. Velásquez, periodista, historiador, abogado, académico, parlamentario, ilustre venezolano, Secretario General de la Presidencia de la República entre 1959 y 1964, presidente constitucional electo por el Congreso Nacional a raíz de la renuncia al cargo del presidente Carlos Andrés Pérez, se mudó para Altamira, en donde residió varias décadas, atesoró su biblioteca compuesta por unos 20 mil volúmenes, gran parte de los cuales está siendo transferidos como fondo bibliográfico y documental de un gran centro de estudios en la Universidad Metropolitana gracias al apoyo de la fundación Bancaribe. En esa casa que tuvo siempre las puertas abiertas a los políticos de todas las corrientes, intelectuales, tachirenses, amigos y jóvenes en quienes estimulaba el amor a Venezuela, falleció el 24 de julio de 2014. 
El general en jefe Eléazar López Contreras (Queniquea, 5/5/1883) falleció en su casa el 2 de enero de 1973, la misma quinta que también en Chacao fue propiedad de este otro ex presidente constitucional (1936-1941), luego adquirida para servir como sede de la cancillería de la embajada de España, situada en la avenida Mohedano, La Castellana, entre 1a y 2a transversales. En ese inmueble con detalles de buen gusto, residió varios años junto a su esposa María Teresa. Allí recibió el reconocimiento del gobierno constitucional encabezado entre 1959 y 1964 por Rómulo Betancourt así como por parte de las fuerzas armadas, homenaje tributado al también Senador Vitalicio, distinción honorífica de que la cual gozaban los ex presidentes de la República, según lo dispuesto en la Constitución de 1961. 
Antes de la creación del Municipio Chacao (antes jurisdicción del municipio Sucre del estado Miranda hasta los límites con el Distrito Federal determinados por la quebrada Chacaito), el doctor Raúl Leoni, triunfador de las elecciones presidenciales de 1963, residía en Los Palos Grandes, en la Quinta Transversal con Quinta Avenida, quinta Puedpa, de donde al cabo de un tiempo, la familia Leoni-Fernández se muda para La Casona, antigua casa de la familia Brandt al final de la avenida principal de la urbanización La Carlota, la cual cual una vez.adquirida por la nación y acondicionada, la estrena por tratarse desde entonces de la residencia oficial de los presidentes de la República de Venezuela.

Quinta Teotiste, en la avenida Luis Roche, Altamira, Chjacao, Caracas, lugar que ocupa ala sede del CELARG.
Tumba Profanada del Gral. Isaias Medina Angarita


miércoles, 15 de junio de 2016

Profanan las tumbas de los presidentes Isaías Medina Angarita y Rómulo Gallegos

Bueno que se sepa que el presidente Chávez dispuso al comienzo de su mandato el traslado al Panteón Nacional de los restos del general Isaías Medina Angarita. Las diligencias correspondientes quedaron a cargo del ministro de Relaciones Interiores Luis Miquelena, quien lo trató directamente con los hijos del ex presidente Medina (1941/1945), quienes resolvieron declinar y al mismo tiempo agradecer el gesto del comandante Chávez quien varias veces ek público hizo referencias respetuosas al oficial y gobernante Medina Angarita. 
Del deseo del gobierno de rendir el merecido homenaje del Panteón al general Medina estuvo al tanto también el vice ministro del Interior, Ignacio Arcaya. Bajo la administración de Caracas por el alcalde Aristóbulo Iztúriz, por iniciativa de la Alcaldía, fue promovida bajo la batuta del doctor Sisco, una plaza en homenaje a Isaías Medina Angarita para lo cual se seleccionó un triángulo que había en el cruce de las avenidas Victoria y Nueva Granada. La familia Medina Felizola donó una copía del bronce original de Pizzo que existe o existía en la tumba del general Medina que ha sido profanada en el Cementerio General del Sur. Tal replica exacta especialmente encargada para la plaza, fue sustraído al poco tiempo y el ornato como tal venido a venos hasta que desapareció todo vestigio del gesto de la ciudad hacia un gran demócrata, primer oficial egresado de la Escuela Militar que alcanzó el grado de General de Brigada, quien como lo recordó Guillermo Morón en la presentación del libro "Medina: militar civilista gran demócrata" (Nora Bustamante, Caracas, 2007), al llegar a Miraflores, lo primero que hizo fue no vestir nunca más el uniforme militar y compartir de igual a igual con el mundo de los civiles entre quienes seleccionó lo más granado -entre ellos no pocos jóvenes profesionales- para tender cada una de las carteras ministeriales y los asuntos de la administración del Estado, del gobierno, de las regiones, de las instituciones públicas, sin jamás haberse sentido infalible. 
Recordamos la intención del presidente Chávez para que sus seguidores sepan que por la obra y memoria del general Medina Angarita, su mentor tuvo respeto y quiso hacerle el más grande honor con el que la República puede agradecer a sus ciudadanos, servjdores y enaltecidos representantes: darles reposo eterno en el Panteón Nacional. 
Poco honor le hacen a aquel fallido propósito de los primeros años de gobierno del comandante Chávez quienes hoy se comportan indiferentes ante el hecho insólito representado por la violación de donde deberían reposar en paz y con merecido respeto los restos del general Medina Angarita, el mismo lugar en el que muchos años después de 1953 recibiría cristana sepultura su viuda Irma Felizola, así como el de los demás difuntos igualmente violados "algo "Totalmente inadmisible! Una vergüenza naciona! y mundial"-como lo afirma Mary Her entre otros que declaran su indignación, la misma que causa haber destrozado la tumba del Maestro don Rómulo Gallegos, también otro respetable ex presidente constitucional de Venezuela (1948).


lunes, 13 de junio de 2016

¿Cuántos años tiene la Línea Aeropostal?

“Cuando la Compañía General Aeropostal Francesa obtuvo la concesión original en el año 1929, empezó sus operaciones con dos monomotores Latecoére 28 en vuelos regulares desde Maracay  (Boca de Río). Esos vuelos se operaban así: uno a Maracaibo,… en occidente, y otro a Ciudad Bolívar, en el oriente.
El 10 de diciembre de 1920 fue creada en Maracay una Escuela Militar de Aviación, cuya primera promoción incluyó jóvenes pilotos que más tarde harían historia en la aviación venezolana. 
En 1933, contando con un grupo de jóvenes pilotos capacitados y en su totalidad venezolanos, el Gobierno Nacional decidió comprar las propiedades de la Compañía General Aeropostal Francesa y hacer de ella un servicio público nacional. 
La operación se llevó a cabo por la suma de doscientos mil bolívares. Así se fundó la Línea Aeropostal Venezolana, (LAV) y aunque muchos franceses continuaron en posiciones directivas, incluyendo al Director-Gerente, señor Robert Guerin, la LAV fue poco a poco adquiriendo fisonomía y carácter nacional, hasta llegar a ser lo que es hoy: una empresa netamente venezolana”. 
Alí Méndez Martínez, periodista especializado en temas aeronáuticos, asesor del Museo del Transporte, es categórico al afirmar que la Línea Aeropostal Venezolana sumó en abril próximo pasado, 87 años a partir del inicio de sus operaciones en 1929 aunque la fecha cuando fue suscrito el contrato entre franceses y venezolanos puede ser un poco anterior. 
Dicho contrato mereció la atención y aprobación por parte del Congreso venezolano ante el cual fue presentado por el Ejecutivo al igual que, tiempo después, lo acordado con la Pan American para los vuelos internacionales.
Durante la segunda mitad de la década de 1920, Venezuela era objeto del mayor interés por parte de los pioneros de la aviación comercial internacionales. Franceses, alemanes y estadounidenses se disputaban el privilegio de ser los primeros en agregar a nuestro país a su sistema de rutas. 
Desde Colombia hubo varios intentos al igual que promotores que utilizaban islas del Caribe como base para actuar sobre la América continental como primer objetivo. 
Los franceses lograron convencer al gobierno de Juan Vicente Gómez non obstante las diligencias de la gente de Pan American que incluía a Charles Lindbergh.
La Aeropostale venezolana, luego Aviación Nacional hasta el advenimiento de la compañía anónima Línea Aeropostal Venezolana (1933), tuvo la primacía y aunque existe con otro nombre, Aeropostal, de nuevo estatal luego de la privatización durante la cual operó como Aeropostal Alas de Venezuela, es la empresa nacional de transporte aérea más antigua de nuestro país. 
El primer vuelo de la Aeropostal francesa tuvo lugar entre Maracay y Ciudad Bolívar el 15 de abril de 1930 con uno de los dos aviones Late 28. El contrato entre los aviadores galos y el gobierno de Venezuela fue suscrito el 3 de julio de 1929. 
FMT/junio 2016







Colón también descubrió el cambio climático

El navegante estableció una relación entre los bosques y las lluvias

En julio de 1494, durante su segundo viaje, la flota de Cristóbal Colón navegaba entre Cuba y Jamaica bajo la lluvia torrencial del monzón. La expedición corría peligro: las trombas de agua inundaban las bodegas y corrompían las provisiones, y el calor sofocante hacía imposible conservar los alimentos. Durante varios días, el avituallamiento de la tripulación dependió de la ayuda de los indios. En esta situación crítica, Cristóbal Colón hacía la siguiente reflexión: "El cielo, la disposición del aire y del tiempo en estos lugares son los mismos que en los alrededores", es decir, que "cada día aparece una nube cargada de una lluvia que dura una hora, a veces más y a veces menos, hecho que se atribuye a los grandes árboles de este país". La prueba que Colón aporta acerca del vínculo entre la cubierta forestal y las precipitaciones es la siguiente: sabía "por experiencia" que lo mismo había ocurrido con anterioridad "en Canarias, en Madeira y en las Azores", pero que desde que cortaron los árboles "que las atestaban, ya no se generan tantas nubes ni tanta lluvia como antes". Si, en efecto, Cristóbal Colón empezó a preparar el terreno para la teoría del cambio climático de origen humano, surgen dos preguntas: ¿por qué se preocupaba por ello? y ¿de dónde sacó esa idea? 
El clima del Caribe reviste una importancia fundamental para Colón porque debe convencer a sus lectores y su patrocinadora (Isabel) de la habitabilidad de los territorios situados en la "zona tórrida" —que se creía inhabitada por el ser humano— de la geografía antigua. A pesar de las colonias portuguesas de África, la habitabilidad de la zona tórrida seguía pareciéndoles problemática a los intelectuales del siglo XV. Y, por esa razón, Colón recogió en su diario de a bordo numerosas observaciones sobre el clima seductor de los lugares que descubrió bajo los trópicos. Por ejemplo, describió la temperatura de Cuba como la de una "noche de mayo en Andalucía". También describió Jamaica en términos superlativos como la isla más hermosa que hasta el momento ha encontrado, con árboles "inmensos y rectos como mástiles de carracas". Pero la experiencia del monzón trastocaba esa imagen de las islas caribeñas como espacios sin igual para las oportunidades coloniales. Y esa fue la razón por la que invocó la posibilidad, incluso la certeza, de un cambio climático. Era necesario que se entendiese que la explotación de la madera —en sí misma muy rentable— liberaría a las islas de los bosques que las "atestaban"; transformaría el clima porque, como nos explicaba Colón, los árboles "generan nubes y lluvia".
Auge azucarero y deforestación
Segunda pregunta: ¿de dónde sacó Colón la idea, aparentemente extraña, de que el bosque "genera" lluvia? La teoría climática del navegante genovés provenía de su experiencia directa del primer "choque ecológico" de la historia. Las islas de Madeira y Porto Santo —inhabitadas por el hombre antes de la llegada de los portugueses en 1419— experimentaron, en pocos decenios, unos cambios medioambientales brutales. Madeira, "la isla de la madera", se convirtió en el primer centro mundial de producción de azúcar. Durante la década de 1450, el capital europeo y los esclavos africanos convergieron en Madeira para convertirla en la primera economía de plantación de la historia. Pero la producción de azúcar consume mucha energía. Hacia 1510 se había talado un tercio de la superficie de la isla. Sin madera para alimentar las refinerías y también a causa del empobrecimiento del suelo, la producción de azúcar se hundió.
Cuando, en la década de 1470, Cristóbal Colón era un comerciante genovés afincado en Lisboa, se benefició del auge azucarero. Además, en 1478, se casó con Felipa Moniz, hija del conquistador de Porto Santo. Por tanto, Colón estaba en buena posición para entender los trastornos medioambientales que traía consigo la colonización. Un relato en particular debió de alimentar la reflexión climática de Colón: tiene que ver con El Hierro. Esa isla canaria simbolizaba los confines del mundo conocido y también era célebre por albergar un árbol prodigioso, que al parecer tenía la propiedad de atraer las nubes y condensar la lluvia.
Leyenda guanche
Según la leyenda, los guanches indígenas conocían una fuente celestial, un árbol prodigioso (el garoé en idioma guanche) que les suministraba agua. El secreto había estado bien guardado hasta que una mujer guanche enamorada de un soldado español se lo reveló a los conquistadores. En realidad, desde la primera expedición normanda de 1402, los cronistas franciscanos que viajaron con ella destacaron la presencia de árboles extraordinarios "de los que siempre gotea un agua hermosa y clara, la mejor que se podía encontrar para beber". Cristóbal Colón, que se avitualló en las Canarias para sus sucesivas expediciones, tenía que conocer necesariamente aquel prodigio tan famoso a finales del siglo XV, y es probable que de ahí dedujese la capacidad de desecación de la deforestación.
La teoría colombina del cambio climático causado por la deforestación parece haber gozado de una aceptación generalizada entre los primeros colonos españoles que llegaron a América. Según escribía desde Santo Domingo en 1548 Fernández de Oviedo, un importante administrador, la mejoría del clima no era una simple esperanza, sino una prueba fehaciente: había llegado al convencimiento de que "estas tierras allanadas [La Española] y habitadas por los cristianos desde 1492 han cambiado mucho y lo hacen cada día más (...), su constitución es más templada y hace menos calor".
En el siglo XVI, los discursos españoles sobre el clima del Nuevo Mundo casi siempre iban ligados a cuestiones de soberanía y de derecho. De hecho, tenían menos que ver con la naturaleza de los lugares conquistados que con la legalidad natural de su conquista. El cambio climático reflejaba y santificaba el paso de una soberanía a otra, la falta de dominio sobre una naturaleza dejada a su aire invalidaba las pretensiones indígenas respecto de la soberanía. El cambio climático era, de hecho, un argumento providencial a favor del reino mundial de Carlos V.
Jean-Baptiste Fressoz es investigador del CNRS. Va a publicar, junto con Fabien Locher, Le climat fragile de la modernité, París, Le Seuil, 2017, de donde se ha extraído este pasaje.
Tomado del diario El País. Madrid. 12 de junio 2016

El árbol santo en 'Peregrinationes' de Théodore de Bry (1593)

Cristobal Colon (Génova, c. 1436-1451 -Valladolid, 20 de mayo de 1506)



Ferrocarriles, sociedades benéficas y Barrancas

La muy distinguida y respetada historiadora Mirna Alcibíades nos ha acercado en la crónica que nos permitimos transcribir, a las Juntas de Fomento, a las cuales atribuye haber sido durante nuestro siglo XIX las promotoras de las iniciativas que conducían con aprobación gubernamental, a asumir “ la construcción de un camino, una carretera, un puente, etc.”. Faltaría incluir las líneas ferroviarias pues la mayor parte de las que completamos, unos mil kilómetros en 1900, resultaron el producto de la canalización por grupos de empresarios agrícolas y comerciantes, de inquietudes acerca de la conveniencia social y económica, general o particular, de la incorporación de ferrocarriles regionales como instrumentos dinamizadores o facilitadores del progreso, lo cual, valga reiterarlo, en el tiempo no siempre tuvo el efecto esperado por los promotores.

SOCIEDADES DE BENEFICENCIA
Mirla Alcibíades 
El Nacional. Caracas, 10 de junio 2016
Cuando se pregunta a algún desprevenido qué piensa del siglo XIX venezolano, de inmediato se deja ganar por la imagen de revueltas, alzamientos, revoluciones y montoneras. Si peca una de confianza al decir a esta persona que no fue así, les aseguro que se recibe una dura mirada, mezcla de duda, recelo e incredulidad.
A partir de lo dicho (y teniendo en mente la imagen de tantos venezolanas y venezolanos estudiosos, como, por ejemplo, José Alberto Medina M.) voy a presentar una estampa poco frencuentada de la Venezuela del XIX. Esa estampa tiene que ver con la voluntad de asociación que se manifestó a lo largo del siglo.
La primera de estas asociaciones que tengo en mente fue la Sociedad Económica de Amigos del País. Como es sabido, fue ésta una reunión de inteligencias que, en los campos económico, científico, cultural y político acudieron al llamado que les hiciera el presidente José Antonio Páez para echar a andar la república.
Como su nombre lo indica, esa Sociedad Económica de Amigos del País tuvo ambiciones nacionales: atender los ingentes problemas derivados de la devastación que significó la etapa de Independencia. No pudieron atenderlo todo, pues las carencias eran de tal magnitud que no era factible satisfacerlas en su conjunto.
Es en este punto cuando intentos más modestos –de alcance local o regional– comienzan a manifestarse. La mayor parte de las veces se denominaron "Juntas de fomento". Estas juntas pueden definirse como una reunión de vecinos que, con apoyo en determinado grado de solvencia económica, asumían la construcción de un camino, una carretera, un puente, etc. Desde luego, para enfrentar esa responsabilidad, requerían la aprobación gubernamental.
También estuvieron las Sociedades de Beneficencia. En sus comienzos, estas agrupaciones nacieron vinculadas con la Iglesia. Su propósito no iba más allá de emprender acciones caritativas. Son incontables las que sumaron en todo el país. Sin embargo, poco a poco estas asociaciones orientan su campo de competencia al trabajo social.
Ese trabajo que he definido como 'social', ya no se limitaba a acciones filantrópicas: comida o ropa a los pobres, arreglos a las iglesias, en suma, actividades organizadas en comunión con los sacerdotes. Ahora de lo que se trata es de asociarse para favorecer la población que se habitaba. Se siguieron llamando "Sociedades de Beneficiencia" pero los retos que se plantearon se dirigían a resolver demandas del colectivo.
Una de esas sociedades se fundó en 1865 en la población de Barrancas, en el estado Bolívar. La noticia referida a sus proyectos se pudo leer en Boletín Comercial de Ciudad Bolívar. ¿Y cuál era el propósito de esa agrupación? Nos lo cuenta una nota de prensa aparecida en junio del año que indico.
En primer lugar, debo señalar que la sociedad contó con el apoyo del Concejo de Barrancas. Con base en el soporte legal que le brindaba ese cuerpo, pudieron construir dos escuelas: una de varones y otra de niñas. Decía la nota periodística, que la primera de esas instituciones de enseñanza era dirigida por "el joven Antonio Vince Bonttur, y la segunda por las estimables señoritas Josefa María y Concepción Centeno".
No quedaban en ese punto los provechos obtenidos por la mencionada población. También vieron cómo refraccionaron el templo del lugar ("a expensas de la Sociedad de Beneficencia", decía el periódico). Es decir, los particulares poseedores de bienes (que habrán sido modestos, me atrevo a lucubrar) no se cohibían al momento de usar su peculio para utilidad de todos.
Y no cerraba en este punto el inventario de aciertos. También se volcaron en "la construcción de un cementerio católico, que allí, la inacción o la apatía del antiguo sacerdote, destruyó". Vale decir, la autoridad llamada a aliviar el paso del mundo de los vivos al de los muertos se había desentendido del asunto. Sin embargo, hay que decir que para consolidar esta nueva acometida los asociados contaron con el apoyo del nuevo presbítero, José Carmen Caraballo.
No puedo concluir esta columna sin apuntar que el siglo XX consagró el modelo según el cual sólo el gobierno tenía la responsabilidad de satisfacer las necesidades colectivas. En posición contraria, durante el XIX fueron mayoritariamente los civiles quienes se ocuparon de construir escuelas, caminos, paseos, cementerios, y un amplio, amplísimo, etcétera.
Pero, desafortunadamente, nos hemos acostumbrado a oír, más bien, el estruendo de las balas y los cañones que estremecieron ese siglo. En posición contraria, hemos sido indiferentes al hacer del pensamiento y de los buenos propósitos, porque no parece que estemos dispuestos a indagar en las obras que sólo se consagran con paciencia y lejos del ruido ensordecedor.
alcibiadesmirla@hotmail.com

Nota de Ernesto Roa, investigador sobre el transporte Ferreo en Venezuela.

La discusión es interesante, ya que el modelo de las "Juntas de Fomento", como asociación entre privados con el objeto de desarrollar infraestructura en diversos ámbitos (comunicaciones, educación, salud, etc.) fue típico de una concepción liberal del estado venezolano soberano e independiente hasta la mitad del siglo XIX. Es la sociedad la llamada a desarrollar soluciones para las problemáticas que la afectan, bajo la protección del Estado sin su intervención. Pero bajo el marco de una sociedad empobrecida, sin recursos para dedicar a las obras que se proponían construir, hizo que el balance de este modelo fuera bien pobre. Es a partir de la concepción que manejaban los ideólogos de los mal llamados "liberales" que se oponían a los godos o conservadores, donde de una manera difusa y algo velada se asoma una concepción de una mayor intervención del Estado para el logro de objetivos públicos. Es con Guzmán Blanco, sin eliminar la figura de las "Juntas de Fomento", cuando el Gobierno las instrumentaliza como medios para el desarrollo de objetivos nacionales que forman parte de la agenda gubernamental.


Exposición: La Historia de la Aviación Francesa en el Museo del Transporte Guillermo José Schael

Como parte de la segunda semana de Francia en Venezuela, conjuntamente con la Embajada de Francia presentamos una exposición dedicada a mostrar las contribuciones francesas al desarrollo mundial de la aviación.
Nuestro País ha estado vinculado estrictamente a resultados de tan extraordinarios logros desde 1920, con adquisición de aviones que sirvieron a la creación de la Escuela de Aviación Militar y poco mas tarde de la empresa que seria la Línea Aeropostal Venezolana, entre otros aspectos y servicios.
Esta exposición será inaugurada el día 14 de junio, y estará disponible al público los días 19 y 26 de junio de 2016 de 9am a 3:30pm.